De acuerdo a los reportes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es la primera causa de mortalidad en el mundo, al que se le atribuyen 7,9 millones de defunciones por año (un 13% del total de muertes). Los cánceres más frecuentes son el de pulmón, estómago, hígado, colon-recto, esófago y próstata, en el hombre; y mama, pulmón, esófago, colon-recto y cuello uterino, en la mujer. Aproximadamente el 72% de las defunciones por cáncer ocurridas se registraron en países de ingresos bajos y medianos. Y se prevé que el número de muertes por cáncer seguirá aumentando y llegará a unos 12 millones en el año 2030. Sin embargo, lo más notorio de este mal es que el 40% de estas muertes son prevenibles.
En Perú, mientras la mortalidad por todas las causas viene descendiendo progresivamente, las muertes por cáncer vienen aumentando llegando a constituirse en la segunda causa de muerte (más de 16 mil muertes al año), según las cifras del Ministerio de Salud (MINSA). Tanto en los varones como en las mujeres el cáncer de estómago es la principal causa de muertes y le siguen en orden de importancia el cáncer de hígado y vías biliares, pulmón, cuello uterino, próstata, mama, tumor de origen incierto, colon, leucemia y de páncreas.
La tercera semana de octubre de cada año, desde el 2003, se celebra la Semana “Perú contra el Cáncer”, con la finalidad de informar y sensibilizar a las autoridades, líderes de opinión, trabajadores de salud y población en general en la adopción de conductas saludables encaminadas a la prevención del cáncer y promover además la participación social y la generación de políticas que contribuyan a mejorar la salud de la población.
¿Qué es el cáncer?
Cáncer es un término general que abarca a más de 100 enfermedades que pueden afectar cualquier parte del organismo. Otros términos utilizados son neoplasias y tumores malignos. Todos los cánceres empiezan en las células, que son las unidades básicas que forman los tejidos del cuerpo. Es decir, las células normales pueden volverse cancerosas.
Nuestro cuerpo está compuesto de muchos tipos de células. Estas células crecen y se dividen para producir nuevas células conforme el organismo las necesita. Cuando las células envejecen, mueren y son reemplazadas por células nuevas; pero a veces, este proceso ordenado de división celular se sale de control y se producen células nuevas cuando el cuerpo no las necesita. Cuando esto pasa, las células viejas no mueren cuando deberían morir. Estas células que no son necesarias pueden formar una masa de tejido, al que se le llama “tumor”. No todos los tumores son cancerosos.
Los tumores pueden ser benignos o malignos. Los tumores benignos no son cancerosos. Generalmente se pueden extirpar. En la mayoría de los casos, estos tumores no vuelven a crecer. Las células este tipo de tumores no se diseminan a otros tejidos o partes del cuerpo. Los tumores malignos son cancerosos. Las células en estos tumores pueden invadir el tejido que está a su alrededor y diseminarse a otros órganos del cuerpo. Cuando el cáncer se disemina o riega de una parte del cuerpo a otra, se llama metástasis. El nombre del cáncer depende del órgano o tipo de célula donde empezó u originó. Por ejemplo, el cáncer que empieza en el estómago se llama cáncer de estómago o gástrico. Algunos cánceres no forman tumores. Por ejemplo, la leucemia es un cáncer de la medula ósea (el tejido esponjoso que está dentro de los huesos).
¿Cómo se enferman de cáncer las personas?
Rara vez se puede explicar por qué una persona padece cáncer y otra no. Pero la investigación indica que ciertos factores de riesgo que aumentan las probabilidades de que una persona padezca cáncer. Entre los más comunes tenemos:
* Envejecimiento: Es el factor de riesgo más importante. La mayoría de los cánceres ocurren en las personas después de los 65 años de edad, aunque puede presentarse en cualquier edad.
* Tabaco: El consumo de tabaco es la causa de muerte que más se puede prevenir. Consumir productos de tabaco o estar expuesto de manera regular al humo de tabaco aumenta el riesgo de padecer cáncer de pulmón, laringe, boca, esófago, vejiga, riñón, garganta, estómago, páncreas y cuello uterino. También se incrementa el riesgo de presentar leucemia mieloide aguda (cáncer que comienza en las células de la sangre).
* Rayos del sol: La radiación ultravioleta (UV) que proviene del sol, de las lámparas y camas solares; causa envejecimiento prematuro de la piel y daños que pueden producir cáncer.
* Radiación ionizante: Puede causar daños en las células y producir cáncer. Este tipo de radiación proviene de rayos que penetran la atmósfera desde el espacio: lluvia radioactiva (riesgo de leucemia y cáncer de tiroides), gas radón (riesgo de cáncer de pulmón), rayos X y otras fuentes.
* Ciertos productos químicos y otras sustancias: Algunas personas tienen un riesgo mayor de cáncer debido al trabajo que realizan (pintores, trabajadores de la construcción, trabajadores de la industria química). Muchos estudios han demostrado que la exposición en el trabajo al asbesto, benceno, bencidina, cadmio, níquel y cloruro de vinilo puede causar cáncer.
* Algunos virus y bacterias: La infección causada por algunos virus o bacterias puede aumentar el riesgo de padecer cáncer, como el virus del papiloma humano (causa principal de cáncer del cuello uterino), virus de hepatitis B y C (cáncer de hígado), virus de la leucemia (linfoma y leucemia), virus de inmunodeficiencia humana (el VIH produce mayor riesgo de linfoma y sarcoma de Kaposi), virus de Epstein-Barr (linfoma), virus del herpes (sarcoma de Kaposi) y helicobacter pylori (cáncer de estómago y linfoma).
* Ciertas hormonas: Algunos estudios muestran que la terapia hormonal en la menopausia puede causar efectos secundarios graves como aumentar el riesgo de cáncer de mama, ataques cardíacos, derrame cerebral o coágulos sanguíneos.
* Antecedentes familiares de cáncer: La mayoría de los cánceres aparecen debido a cambios o mutaciones en los genes. El consumo de tabaco, algunos virus u otros factores relacionados al estilo de vida o el medio ambiente pueden causar estas mutaciones en algunos tipos de células, los que podrían pasarse de padres a hijos. Es raro que el cáncer sea hereditario en una familia. Sin embargo, ciertos tipos de cáncer ocurren con más frecuencia en algunas familias que en el resto de la población.
* Alcohol: Tomar más de dos unidades de alcohol por día para los varones y más de una en las mujeres, durante varios años, puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de boca, garganta, esófago, laringe, hígado y seno. Una unidad de alcohol contiene unos 10 gramos de alcohol (una botella de cerveza de 250 ml, un vaso de vino de 100 ml o un vaso de whisky de 25 ml).
* Dieta deficiente, falta de actividad física o sobrepeso: Las personas que tienen una dieta inadecuada, que no tienen suficiente actividad física o que están excedidas de peso pueden tener un mayor riesgo de padecer varios tipos de cáncer. Los estudios sugieren que las personas que comen una dieta rica en grasas tienen mayor riesgo de padecer cáncer de colon, de útero y de próstata. La falta de actividad física y el exceso de peso son factores de riesgo para padecer cáncer de seno, colon, esófago, riñón y útero.
¿Cómo se puede evitar el cáncer?
* Intensificar la prevención de los factores de riesgo antes mencionados: no fumar, consumir diariamente 5 porciones de frutas y verduras, disminuir el consumo de alimentos ricos en grasas, realizar actividad física moderada por lo menos 30 minutos durante 5 días o más en la semana, usar condón, racionalizar la terapia hormonal y reducir el consumo de alcohol.
* Vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) y contra el virus de la hepatitis B (VHB).
* Controlar los riesgos propios del trabajo.
* Reducir la exposición a la radiación solar.
* Detección precoz: El tratamiento de cáncer resulta más eficaz si es detectado tempranamente, es decir, cuando está localizado o “in situ”, antes de la metástasis. La detección precoz se basa en dos componentes:
- Educación para ayudar a las personas a reconocer los signos precoces de cáncer y solicitar rápidamente atención médica. Los síntomas pueden ser inflamación, dolor, indigestión persistente, tos persistente, o pérdida de sangre por los orificios corporales.
- Programas de detección precoz del cáncer o de las lesiones precancerosas antes de que se manifiesten signos reconocibles, por ejemplo mediante mamografías para el cáncer de mama y prueba de Papanicolau para el cáncer del cuello uterino.
* Tratamiento y cuidados: El tratamiento tiene por objeto curar a los pacientes, prolongarles la vida y mejorar la calidad de ésta. Algunos de los tipos de cáncer más frecuentes, como los de mama, cuello del útero y colon-recto, son curables si son detectados precozmente y tratados de acuerdo con prácticas óptimas. Los principales métodos de tratamiento son cirugía, radioterapia y quimioterapia. Para un tratamiento adecuado es fundamental contar con un diagnóstico exacto e investigaciones de laboratorio.
Es importante además tener en cuenta que:
* No todo causa cáncer.
* El cáncer no es causado por una lesión o por un golpe o magulladura.
* El cáncer no es contagioso. La infección causada por ciertos virus o bacterias puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer, pero nadie se “contagia” el cáncer de otra persona.
* El tener uno o más factores de riesgo no significa que se padecerá de cáncer.
* Algunas personas son más sensibles que otras a los factores de riesgo conocidos.
* Dieta deficiente, falta de actividad física o sobrepeso: Las personas que tienen una dieta inadecuada, que no tienen suficiente actividad física o que están excedidas de peso pueden tener un mayor riesgo de padecer varios tipos de cáncer. Los estudios sugieren que las personas que comen una dieta rica en grasas tienen mayor riesgo de padecer cáncer de colon, de útero y de próstata. La falta de actividad física y el exceso de peso son factores de riesgo para padecer cáncer de seno, colon, esófago, riñón y útero.
¿Cómo se puede evitar el cáncer?
* Intensificar la prevención de los factores de riesgo antes mencionados: no fumar, consumir diariamente 5 porciones de frutas y verduras, disminuir el consumo de alimentos ricos en grasas, realizar actividad física moderada por lo menos 30 minutos durante 5 días o más en la semana, usar condón, racionalizar la terapia hormonal y reducir el consumo de alcohol.
* Vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) y contra el virus de la hepatitis B (VHB).
* Controlar los riesgos propios del trabajo.
* Reducir la exposición a la radiación solar.
* Detección precoz: El tratamiento de cáncer resulta más eficaz si es detectado tempranamente, es decir, cuando está localizado o “in situ”, antes de la metástasis. La detección precoz se basa en dos componentes:
- Educación para ayudar a las personas a reconocer los signos precoces de cáncer y solicitar rápidamente atención médica. Los síntomas pueden ser inflamación, dolor, indigestión persistente, tos persistente, o pérdida de sangre por los orificios corporales.
- Programas de detección precoz del cáncer o de las lesiones precancerosas antes de que se manifiesten signos reconocibles, por ejemplo mediante mamografías para el cáncer de mama y prueba de Papanicolau para el cáncer del cuello uterino.
* Tratamiento y cuidados: El tratamiento tiene por objeto curar a los pacientes, prolongarles la vida y mejorar la calidad de ésta. Algunos de los tipos de cáncer más frecuentes, como los de mama, cuello del útero y colon-recto, son curables si son detectados precozmente y tratados de acuerdo con prácticas óptimas. Los principales métodos de tratamiento son cirugía, radioterapia y quimioterapia. Para un tratamiento adecuado es fundamental contar con un diagnóstico exacto e investigaciones de laboratorio.
Es importante además tener en cuenta que:
* No todo causa cáncer.
* El cáncer no es causado por una lesión o por un golpe o magulladura.
* El cáncer no es contagioso. La infección causada por ciertos virus o bacterias puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer, pero nadie se “contagia” el cáncer de otra persona.
* El tener uno o más factores de riesgo no significa que se padecerá de cáncer.
* Algunas personas son más sensibles que otras a los factores de riesgo conocidos.
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