Infecciones Respiratorias Agudas

Las infecciones respiratorias agudas (IRA) son la tercera causa de muerte pero la primera causa de enfermedad en los niños menores de 5 años y que motivan gran preocupación de las madres y familias.

¿Cómo evitar los problemas respiratorios?
He aquí algunas medidas que pueden prevenirlos:
* Quitar el polvo trapeando los pisos o regando el suelo y limpiando con trapo húmedo todos los muebles, evitando el uso de escobas o plumeros.
* Abrir las ventanas de la casa y sobre todo del cuarto donde duermen los niños, para que entre aire puro y sol, dejando en el día las puertas y ventanas abiertas.
* Sacudir colchones y ropa de cama fuera de la casa y lejos de los niños, y dejarlos al sol para evitar los hongos.
* No poner fogones, estufas, braseros ni cocinas de leña dentro de la vivienda y evitar que se disperse el humo y olores fuertes. En lo posible, deben utilizarse cocinas mejoradas, a gas o eléctrica.
* No fumar dentro de la casa.
* Si hay alguna persona con tos o gripe debe taparse la boca cuando estornuda o tose, escupir en un papel o en una bolsa y no en el suelo, no acercarse mucho a los niños mientras se está enfermo para evitar contagiarlos.
* Si la madre tiene tos y está dando de lactar, debe cubrirse la boca con un pañuelo cuando da el pecho y atienda a su bebé. No debe suspender la lactancia.

¿Cómo reconocer si su niño tiene una infección respiratoria grave, y qué hacer?
Mayormente, los niños con IRA sólo tienen una infección leve porque la mayoría de ellas son ocasionadas por diversos virus. Los pocos niños muy enfermos que presentan tos y/o dificultad para respirar que necesitan tratamiento con antibióticos, y que tienen una infección causada por bacterias, pueden ser identificados si se verifica uno o más de los siguientes signos clave: el niño no puede mamar o beber líquidos, vomita todo lo que ingiere, tiene convulsiones (ataques o temblores), está dormido todo el tiempo y no despierta con facilidad, se le hunde la piel debajo de las costillas cuando respira (tiraje subcostal), hace ruidos raros o ronquidos al respirar, o tiene respiración rápida o agitada.
Los padres deben llevar de inmediato a niño al establecimiento de salud más cercano. Si es un niño de menos de 2 meses, la mejor forma de trasladarlo es en contacto piel a piel con la madre (madre canguro), lo que evitará que se enfríe y empeore. Si el niño toma pecho y puede lactar, la madre debe seguir amamantándolo durante el trayecto al servicio de salud.

¿Cómo reconocer si su niño tiene resfrío, gripe o bronquitis, y qué hacer?
Si los signos anteriores están ausentes y el niño presenta tos o estornuda, le escurre la nariz o tiene calentura puede estar resfriado, con gripe o bronquitis. Estos niños no están seriamente enfermos y pueden ser tratados en el hogar.
Para aliviar la tos se pueden usar remedios caseros. No hacen daño y son más económicos. En el niño pequeño la leche materna es el mejor remedio para la tos. En los niños mayores de 6 meses se puede usar agua tibia, té, mates de hierbas medicinales o miel. Se debe evitar el uso de los antihistamínicos (como clorfenamina o ceftirizina) y antitusígenos (como dextrometorfano o codeína) debido a que su uso prolongado puede interferir con los mecanismos normales de defensa. Del mismo modo, el uso de antibióticos en forma preventiva no tienen utilidad. Su uso indiscriminado produce alteración de la flora bacteriana normal y favorece una sobreinfección producida por bacterias.
Cuando los mocos no dejan comer ni respirar al niño, se debe destapar la nariz con solución salina, que se prepara poniendo media cucharadita de sal en media taza de agua hervida. Esta solución se coloca en un gotero y se pueden aplicar 2 gotas en cada fosa nasal, varias veces al día, para ablandar la mucosidad, la que se puede sacar con un paño suave.
Si la madre siente al niño muy caliente o la temperatura en la axila es igual o mayor de 38,5 ºC se considera fiebre alta. Esto es peligroso para el niño por lo que es necesario disminuir la temperatura. La madre debe colocar paños de agua tibia (no fría) en la frente y en el abdomen como primera medida para bajar la fiebre. Si la fiebre no baja o sigue subiendo es necesario usar Paracetamol en gotas o jarabe. La forma más sencilla es usar entre 2 a 3 gotas de Paracetamol por cada kilo de peso.
El niño con tos de más de 15 días debe ser llevado a un establecimiento de salud para que sea evaluado y se le hagan algunos exámenes porque podría tratarse de tuberculosis, tos ferina, asma bronquial u otros problemas.