Asistencia Humanitaria en Caso de Desastres
El número de muertos por el sismo de 9 grados que sacudió a Japón el reciente viernes 11 de marzo de 2011 y el tsunami que generó se elevó a cerca de cuatro mil, según las autoridades japonesas. Mientras que el reporte de las personas desaparecidas llega a los 8 mil y las lesionadas superan los dos mil. Se prevé que la cifra de fallecidos aumente en los próximos días a medida que los rescatistas tengan acceso a las zonas más golpeadas por el terremoto y el tsunami.
A esto se suma el informe de la compañía Tokyo Electric and Power Co., que opera la planta nuclear de Fukushima Daiichi, la que señala un nuevo incendio en el reactor 4 de la central; mientras que las autoridades alertaron de que el aumento en los niveles de radiación en torno a las instalaciones había aumentado a un grado que podría afectar la salud humana. Cerca de 500 mil personas han sido evacuadas de sus hogares para evitar mayores afectaciones por el terremoto.
El sismo en Japón, un país con más de 126 millones de habitantes y uno de los más industrializados del mundo, ha convocado la solidaridad de la comunidad internacional y ha generado un debate acerca del uso de la energía nuclear. Al menos cuatro países —Estados Unidos, Rusia, Francia y Alemania— anunciaron que revisaran el estado de sus centrales atómicas.
Esta pasmosa realidad nos lleva a reflexionar en la organización y puesta en marcha de la Asistencia Humanitaria en Caso de Desastres. He aquí indicaciones que pueden ser de mucha utilidad para la provisión de este tipo de ayuda a la zona de desastre.
Después de un desastre, se debe:
* Consultar con los coordinadores de desastres en el sector salud de cada país, para obtener información acerca de las necesidades sanitarias después del desastre. Este coordinador hará una evaluación para determinar cuáles son las necesidades en materias de salud. No se debe empezar a juntar suministros de ayuda mientras no se posea esta información.
* Siempre que sea posible, donar el dinero en efectivo o bien canalizarlo a través de agencias privadas bien establecidas. La mayoría de los suministros que se necesitan después de un desastre pueden adquirirse localmente o en los países vecinos.
* Ayudar a los países durante las etapas de preparación, rehabilitación y reconstrucción. Después de un desastre, el país afectado agota gran parte de sus recursos financieros y materiales, por lo que, más tarde, necesitará aún más ayuda internacional para llevar a cabo las reparaciones y la reconstrucción.
* Coordinar los esfuerzos de los equipos de evaluación independientes o de las misiones de investigación con sus contrapartes del país afectado y con otras agencias.
No fomentar el envío de:
* Ropa usada, zapatos, etc: en la mayoría de los casos, la comunidad local proporciona más que suficiente como para satisfacer la demanda. Es más económico, conveniente y sanitario adquirir estos artículos localmente que enviar prendas usadas.
* Alimentos caseros: lo mismo para los productos alimenticios. Un desastre probablemente no causará escasez alimenticia a nivel nacional, aunque los medios de comunicación internacionales destaquen ciertos problemas locales de distribución.
* Medicamentos de todo tipo: estos artículos son, tanto desde el punto de vista médico, como del legal, inapropiados. Los productos farmacéuticos ocupan espacio necesario, desviando la atención del personal médico de otras tareas más urgentes, para clasificarlos y etiquetarlos.
* Sangre y derivados sanguíneos: no se necesita tanta sangre como la gente imagina. Usualmente, los donantes de sangre del país afectado cubren las necesidades de las víctimas. Además, este tipo de donación no es apropiada porque requiere controles de calidad y de seguridad, tales como la refrigeración o el examen selectivo para la detección del VIH.
* Médicos, personal asistente o equipos: los servicios locales de salud pueden prestar la atención médica de emergencia necesaria a las víctimas del desastre, debido a que la mayoría de los países tienen una cantidad relativamente alta de médicos. Las excepciones son los especialistas de alto nivel que deben ser solicitados específicamente por el Ministerio de Salud. A los médicos o al personal asistente extranjero que ni saben el idioma ni conocen las condiciones locales se les debe exhortar a quedarse en sus países.
* Hospitales de campo, unidades médicas modulares: hay que tener en cuenta que esta clase de equipos solo están justificados cuando satisfacen las necesidades a medio plazo; no deberían aceptarse a menos que sean parte de una donación.
Obtener mayor información sobre donaciones
* Equipo médico usado: deben proporcionarse especificaciones. Si el valor del equipo lo justifica, un técnico del país donante o de una agencia internacional como la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) o la Cruz Roja puede organizar una inspección antes de enviarlo.
* Equipo nuevo: cuando se consideran estas donaciones, hay que tener en cuenta el costo de envío por avión y la disponibilidad de repuestos. La mayoría de los fabricantes están dispuestos a esperar varios días para permitir que los países consulten con el Ministerio correspondiente.
* Tiendas de campaña: muchos países poseen una gran cantidad de tiendas de campaña de fabricación nacional. Los fondos que los donantes están dispuestos a gastar para adquirir y enviar por avión estas tiendas de campaña podrían aprovecharse mejor comprando materiales de reconstrucción en el país donde ha ocurrido el desastre.
* Vacunas: por lo general, ni se necesitan ni se aprueban por el Ministerio de Salud. Se debe controlar la presentación, las dosis, la fecha de expiración e informar al Ministerio de Salud, o consultar con la OPS/OMS.
Donaciones de Medicamentos
Las donaciones de medicamentos, aun en situaciones de emergencia, pueden causar más problemas en lugar de ser de utilidad si no se cumplen principios y normas específicas. Las normas indicadas a continuación reflejan el consenso al que se llegó en los principales organismos internacionales:
* Todas las donaciones deberán beneficiar a quienes las reciben.
* Respetar los deseos y la autoridad del beneficiario.
* No deberá haber discriminación en la calidad.
* Deberá establecerse una comunicación eficaz entre el donante y el beneficiario.
Directrices para las donaciones de medicamentos:
* Todas las donaciones de medicamentos deberán basarse en la necesidad expresada y deberán corresponder al perfil de enfermedades del país beneficiario.
* Todos los medicamentos deberán ser aprobados para su uso en el país beneficiario.
* La presentación, la concentración y la fórmula farmacéutica de los medicamentos donados deberán, en lo posible, ser similares a los que se emplean comúnmente en el país beneficiario.
* Todos los medicamentos donados deberán proceder de una fuente fiable y cumplir con las normas de calidad de los países donantes y de los beneficiarios.
* No deberán donarse medicamentos que hayan sido expedidos a pacientes y luego devueltos a la farmacia o a otro sitio.
* Todos los medicamentos donados deberán tener un período máximo de almacenamiento restante de por lo un año posterior a la llegada al país beneficiario.
* Todos los medicamentos deberán estar rotulados en un idioma que puedan comprender fácilmente los profesionales de la salud del país beneficiario.
* Los medicamentos donados deberán enviarse en unidades que contengan grandes cantidades y en presentaciones para hospitales.
* Todas las donaciones de medicamentos deberán empacarse de conformidad con las reglamentaciones internacionales de embarque (indicando denominación común internacional, forma farmacéutica, cantidad, número del lote, fecha de caducidad, volumen, peso y cualquier instrucción especial de almacenamiento).
* Deberá informarse a los beneficiarios sobre todas las donaciones de medicamentos que se estén considerando, preparando o enviando.
* En el país beneficiario, el valor declarado de una donación de medicamentos deberá basarse en el precio de mayoreo de su equivalente genérico en ese país (salvo los medicamentos patentados de los cuales no existan equivalentes genéricos).
* El costo del transporte internacional y local, el almacenamiento, la aprobación portuaria y la distribución deberá ser sufragado por el organismo donante, a menos que se haya acordado previamente otro mecanismo con el beneficiario.
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