La adolescencia es un periodo de grandes cambios físicos y psicológicos y profunda transformación de las interacciones y relaciones sociales. Se estima que en la actual población mundial 1,200 millones de personas (una de cada cinco) son adolescentes.
Aunque algunos adolescentes pasan a la edad adulta gozando de buena salud, en otros muchos casos no ocurre así. Algunos de los problemas de salud que sufren los adolescentes les afectan durante la propia adolescencia, como la muerte por suicidio, por violencia interpersonal o por un aborto. Otros problemas les afectan en un momento posterior de la vida, como las enfermedades relacionadas con el VIH, que el adulto sufre tras contraer la infección en la adolescencia, o el cáncer de pulmón, producto del hábito de fumar adquirido en esta etapa.
Diez datos sobre la salud de los adolescentes
1. El estado de salud de los adolescentes
Una de cada cinco personas en el mundo es un adolescente y el 85% de ellos vive en países en desarrollo. En nuestro país, más del 20% de la población son adolescentes, el 70% vive en zonas urbanas y el 30% en rurales. Casi dos tercios de las muertes prematuras y un tercio de la carga de enfermedades de los adultos están relacionadas con condiciones o comportamientos que se inician en la juventud, incluidos el consumo de tabaco, la falta de actividad física, las relaciones sexuales sin protección o la exposición a la violencia.
2. El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y los jóvenes
Se calcula que los jóvenes de entre 15 y 24 años representaron un 45% de todas las nuevas infecciones por VIH de los adultos. En Perú, la mitad de los nuevos casos de VIH ocurre entre los adolescentes y jóvenes.
3. Embarazos y partos prematuros
Todos los años, alrededor de 16 millones de niñas de entre 15 y 19 años dan a luz (lo que representa aproximadamente el 11% de todos los nacidos en el mundo). La gran mayoría de alumbramientos en la adolescencia se registra en países en desarrollo. En el Perú el 13 % de las adolescentes está embarazada o ya es madre, el 16% de las muertes en mujeres embarazadas ocurren en adolescentes y uno de cada 7 abortos atendidos por los servicios de salud se presenta en adolescentes. El riesgo de morir por causas relacionadas con el embarazo es mucho mayor en las adolescentes que en las mujeres de más edad.
4. Malnutrición
Muchos niños y niñas de países en desarrollo comienzan la adolescencia desnutridos, siendo más vulnerables a la enfermedad y a la mortalidad prematura. A la inversa, el sobrepeso y la obesidad ―otra forma de malnutrición con graves consecuencias sanitarias― aumenta entre otros jóvenes en países de bajos y altos ingresos. Los principales problemas de nutrición, en nuestro país, son la obesidad y la anemia, las mismas que se encuentran presentes en la tercera parte de las adolescentes mujeres.
5. Salud mental
Al menos el 20% de los jóvenes padecerá alguna forma de enfermedad mental –como depresión, trastornos del estado de ánimo, abuso de sustancias, comportamientos suicidas o trastornos alimentarios.
6. Consumo de tabaco
La gran mayoría de los consumidores de tabaco de todo el mundo empieza a fumar durante la adolescencia. Actualmente, más de 150 millones de adolescentes consumen tabaco.
7. Consumo nocivo de alcohol
En muchos países es motivo de creciente preocupación el uso nocivo del alcohol entre los jóvenes, ya que disminuye el autocontrol y aumenta los comportamientos de riesgo. El consumo nocivo de alcohol es una de las principales causas de traumatismos (incluidos los provocados por accidentes de tránsito), violencia (especialmente la violencia doméstica) y muertes prematuras. En nuestro país, la edad de inicio de consumo de drogas lícitas e ilícitas es cada vez menor, 12 años, siendo el principal problema el alcohol.
8. Violencia
Entre los jóvenes de 15 y 19 años, el suicidio es la segunda causa de muerte, seguido de la violencia en la comunidad y en la familia. Los estudios en Perú indican que el 29% de adolescentes ha pensado en suicidarse, el 3.6% lo ha intentado y de éstos el 29% lo volvería a hacer. Por otro lado, el acoso sexual y violación son situaciones muy frecuentes.
9. Traumatismos y seguridad vial
Los traumatismos involuntarios son una de las principales causas de muerte y discapacidad de adolescentes; y los traumatismos por accidentes de tránsito, el ahogamiento y las quemaduras son los tipos más comunes. Los índices de traumatismos entre los adolescentes son más altas en los países en desarrollo.
10. Trabajo
En cuanto al trabajo, en Perú, el 18,3% de los adolescentes de 15 a 19 años sólo trabajan, 47% solo estudian, 21% estudian y trabajan y un preocupante 13% ni estudian ni trabajan.
¿Qué hacer para prevenir los problemas de salud de la adolescencia?
Conceptos básicos para los padres:
* Amor y conexión: Desarrollar y mantener una relación que ofrezca a los hijos adolescentes, apoyo y aceptación, mientras acomodan y afirman su creciente madurez.
* Controlar y observar: Los padres deben estar al tanto de sus actividades, incluyendo el desempeño escolar, experiencias laborales, actividades extraescolares, relación con sus amigos y con los adultos, y la recreación, a través de un proceso que, de manera creciente, involucre una menor supervisión directa y una mayor comunicación, observación y trabajo en conjunto con otros adultos.
* Guiar y limitar: Debe haber una serie de límites claros pero progresivos, manteniendo las reglas y los valores familiares importantes, sin dejar de estimular en los hijos una mayor capacidad y madurez.
* Dar ejemplo y consultar: Los padres deben suministrar información permanente y apoyar a sus hijos en la toma de decisiones, valores, habilidades y metas, así como ayudarlos a interpretar y transitar por el mundo, enseñándoles con el ejemplo y el diálogo continuo.
* Proveer y abogar: Es necesario que los padres aporten no sólo una adecuada alimentación, vestimenta, techo y cuidados de salud, sino también un ambiente familiar que dé apoyo y una red de adultos que se preocupe por ellos.
Estrategias para el sector salud:
* Salud mental: Los profesionales de la salud deben contar con las competencias necesarias para relacionarse con gente joven, detectar con prontitud problemas de salud mental y proponer tratamientos que incluyan asesoramiento, terapia conductual y, cuando convenga, medicación para este tipo de alteraciones.
* Consumo de sustancias: Es muy eficaz informarlos de los peligros que ello entraña y capacitarlos para resistir a las presiones de los amigos y manejar el estrés de forma sana.
* Violencia: Es importante prestar apoyo a padres y profesores para que enseñen a los jóvenes a resolver problemas y sepan imponer la disciplina sin recurrir a la violencia. El apoyo psicológico y social continuo puede ayudar a desactivar los efectos psicológicos que engendra la violencia y reduce la probabilidad de que ellos, a su vez, la perpetúen en el futuro.
* Traumatismos involuntarios: Para reducir las colisiones en las vías de tránsito y los graves traumatismos es necesario hacer cumplir las limitaciones de velocidad; combinar acciones pedagógicas con medidas legislativas para promover el uso del cinturón de seguridad (y el casco) y prevenir la conducción bajo los efectos del alcohol u otras sustancias psicoactivas; proponer alternativas a la conducción, incrementando la disponibilidad y seguridad de medios de transporte público baratos. Cuando alguien resulta herido, el rápido acceso a una atención traumatológica eficaz puede salvarle la vida.
* Nutrición: Aunque la mejor prevención empieza en la niñez, la adopción de medidas para mejorar el acceso a los alimentos también sería beneficiosa para los adolescentes. Prevenir embarazos precoces y mejorar el estado de nutrición de las niñas antes de que queden embarazadas podría reducir la mortalidad materna e infantil y ayudar a romper el círculo vicioso de la malnutrición intergeneracional. Es necesario también promover modos de vida sanos también para contener la rápida progresión de la epidemia de obesidad.
* Salud sexual y reproductiva: Los programas para impartir a los adolescentes educación sobre salud sexual y reproductiva deben ir combinados con otros programas que los inciten a aplicar lo aprendido en su vida cotidiana, y también con medidas para que accedan fácilmente a cualquier servicio de salud preventiva o curativa que necesiten y sean atendidos por personal sanitario competente y comprensivo. Además, los servicios de salud deben estar preparados para prestar la necesaria atención prenatal a las adolescentes embarazadas.
* VIH: Las medidas de prevención en la gente joven apuntan, entre otros objetivos básicos, a evitar el coito y a retrasar el inicio de la vida sexual activa. En el caso de los jóvenes sexualmente activos, es fundamental que reduzcan el número de parejas sexuales y que tengan más facilidad para acceder y utilizar servicios integrados de prevención, lo que comprende tanto la educación como el suministro de preservativos. Los jóvenes deben tener también servicios accesibles y adecuados de detección del VIH. Los jóvenes con VIH necesitan, a su vez, servicios de tratamiento, atención, apoyo y prevención positiva.
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