Lo que todos debemos saber
Cada 1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), instituciones y personas de todo el mundo unen sus esfuerzos para generar mayor conciencia respecto al VIH/SIDA. Como parte de esta intención se llevó a cabo en nuestro país, del 21 al 23 de noviembre de 2009 con la presencia de más de 20 delegaciones extranjeras, el IV Foro Comunitario y V Foro Latinoamericano y del Caribe en Virus de Inmunodeficiencia (VIH)/SIDA, que ha procurado contribuir al acceso universal a la atención Integral, prevención y tratamiento de esta enfermedad, en un marco de respeto irrestricto a los derechos humanos.
Este artículo procura ofrecer datos relevantes acerca de este terrible mal y de las maneras de prevenirlo y tratarlo:
Diez datos sobre el VIH/SIDA
1. El VIH infecta las células del sistema de defensa o inmunitario, alterando o anulando su función, lo que produce su deterioro progresivo, con la consiguiente “inmunodeficiencia”. Se considera que el sistema de defensa es deficiente cuando deja de poder cumplir su función de lucha contra las infecciones y enfermedades.
La mayoría de las personas infectadas por el VIH no lo saben, ya que los síntomas no se manifiestan inmediatamente después de contraer el virus. Sin embargo, algunas desarrollan el llamado “síndrome retroviral agudo”, que se produce cuando el organismo desarrolla defensas específicas (anticuerpos) contra el VIH; éste cuadro se caracteriza por fiebre, erupciones, dolor de articulaciones e inflamación de los nódulos linfáticos.
Para determinar si el VIH está presente en el cuerpo se deben realizar pruebas para detectar anticuerpos del VIH o el propio VIH. Las más conocidas en nuestro medio son el Test de ELISA, Prueba Rápida de VIH y Western Blot. Aunque las pruebas de anticuerpos del VIH son muy precisas, existe un “periodo silente” de 3 a 12 semanas, que transcurre entre el momento de la infección y la detección de los anticuerpos. En este lapso la persona con VIH puede transmitir la enfermedad y tener pruebas de VIH que no muestran que está infectado. En las pruebas más exactas, que se recomiendan actualmente, este periodo, es de unas tres semanas; en cambio, en las pruebas menos precisas, el periodo puede ser mayor.
La infección, en las etapas más avanzadas, llega al estadio de SIDA, que se define por la aparición de alguna de las más de 20 infecciones oportunistas o tipos de cáncer relacionados con el VIH. También puede definirse en función del nivel de las células de defensa tipo T CD4 presentes en la sangre, en la etapa de SIDA llega a ser menor de 200 por mm3. La mayoría de las personas con VIH, si no recibe tratamiento antirretroviral, desarrolla síntomas de enfermedades relacionadas con el VIH luego de 5 o 10 años de infección; pero el lapso que transcurre desde la infección hasta que se el diagnóstico de SIDA puede ser de 10 a 15 años.
2. El VIH se encuentra en el semen, los fluidos vaginales, la sangre y la leche materna, por ello se puede transmitir por las relaciones sexuales (vaginales, anales o bucales) sin protección con una persona infectada, por transfusiones de sangre contaminada y por intercambio de agujas, jeringas u otros objetos punzantes contaminados. Asimismo, puede transmitirse de madre a hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia.
No se transmite por el contacto diario en contextos sociales, en las escuelas o en el lugar de trabajo. No puede infectarse al estrechar la mano de otra persona, ni al abrazar a alguien, ni al usar el baño o beber del mismo vaso que una persona VIH-positiva, ni al hacer deporte, ni al verse expuesto a la tos o el estornudo de alguien que viva con el VIH. El beso no supone en la práctica ningún riesgo, no se ha encontrado ninguna evidencia que el virus se transmita a través de la saliva.
3. Desde 1981, año en que se reportó el primer caso de infección por VIH/SIDA, unas 60 millones de personas en el mundo, se han infectado. Actualmente, hay más de 33 millones de personas infectadas por el VIH o aquejadas de SIDA. La inmensa mayoría viven en países de ingresos bajos y medianos. En 2007, se calcula que se infectaron 2.7 millones de personas. El 50.2% corresponden a mujeres. La tercera parte del total mundial de nuevas infecciones por el VIH y de muertes por SIDA se concentra sólo 8 países del África subsahariana. Entre los adultos de esta región africana el 60% de las mujeres padecen de esta enfermedad. La región menos afectada es la del Pacífico Occidental en donde solo el 28% de los adultos infectados son mujeres.
En Perú se confirmaron, hasta setiembre de 2009, 1,968 casos de VIH y 404 de SIDA. Estos reportes, suman desde 1983 hasta dicha fecha 36,138 casos de infección por VIH y 23,446 de SIDA. Lima, la región mayor afectada, tiene un acumulado de 15, 435 casos y Piura 513, lo que nos ubica en el sétimo lugar, luego de Callao, Arequipa, Ica, Loreto y la Libertad.
4. El VIH/SIDA es la principal causa infecciosa de mortalidad en todo el mundo. Hasta la fecha ha causado la muerte de más de 25 millones de personas y se calcula que cada año 2 millones de muertes.
5. El tratamiento con una combinación de medicamentos antirretrovirales evita que el VIH se multiplique en el organismo. Estos medicamentos obstaculizan la duplicación del VIH y su propagación de unas células a otras. Si se detiene la reproducción del virus, las células del sistema de defensa o inmunitario viven más tiempo y protegen de las infecciones al paciente.
No existe aún ninguna cura para el VIH. Sin embargo, cada vez mejoran más las condiciones de vida de las personas positivas al VIH, lo que significa que pueden seguir trabajando durante mucho tiempo, incluso en países de ingresos bajos.
6. En 2008, alrededor de 4 millones de personas infectadas por el VIH tuvieron acceso al tratamiento con antirretrovirales en los países de ingresos bajos y medianos. Por comparación con 2007, esta cifra representa un aumento del 36% en la cobertura del tratamiento, que se ha multiplicado por diez en solo 5 años. A pesar de estos logros, la cobertura mundial del tratamiento con antirretrovirales sigue siendo baja pues solo alcanza al 42% de los 9,5 millones de personas que lo necesitan. En el Perú, el 92% de la población con VIH recibe tratamiento gratuito.
7. Las cifras del año 2007 indican que más de 2 millones de niños padecen la infección por el VIH/SIDA. La gran mayoría de ellos habitan en el África subsahariana y fueron infectados por sus madres, que eran positivas al VIH, durante el embarazo, el parto o la lactancia. Se calcula que cada día se infectan con el VIH 1,000 niños más. Entre 2005 y 2008, el número de niños tratados con antirretrovirales aumentó de unos 75,000 a 276,000.
8. La transmisión de madre a hijo se puede evitar casi por completo, pero el acceso a las intervenciones preventivas sigue siendo escaso en casi todos los países de ingresos bajos y medianos. A pesar de todo, se han logrado adelantos. En 2008, el 45% de las embarazadas infectadas por el VIH recibieron antirretrovirales para evitar que transmitieran el virus a sus hijos. En 2004, a solo el 10% se les administró estos medicamentos.
En nuestro país, 600 mil gestantes se realizaron pruebas rápidas con el fin de reducir la transmisión de madre a niño e iniciar, de ser necesario, el suministro de antirretrovirales.
9. En 2007, entre las personas infectadas por el VIH se registraron más de 450,000 defunciones por tuberculosis. Esta proporción equivale a casi la cuarta parte de los 2 millones de defunciones causadas por el VIH ese año. La mayoría de las personas aquejadas al mismo tiempo por la infección con el VIH y la tuberculosis viven en el África subsahariana (aproximadamente el 80% de los casos a nivel mundial), y una cuarta parte, más o menos, radican en Sudáfrica.
10. Algunas formas esenciales de prevenir la transmisión del VIH:
* Abstenerse de las relaciones sexuales, siendo fiel en su relación con una persona no infectada que también sea fiel y no tenga otros comportamientos de riesgo, manteniendo solo relaciones sexuales sin penetración o usando correctamente preservativos masculinos o femeninos cada vez que se tiene sexo;
* Retrasando la edad de inicio de las relaciones sexuales y reduciendo el número de parejas sexuales;
* Someterse a las pruebas y el tratamiento de las infecciones de transmisión sexual (ITS), en particular la infección por el VIH;
* No compartir navajas de afeitar, cuchillos o cualquier otro instrumento afilado con otra persona;
* No inyectarse drogas en las venas o, si ello no se puede evitar, usar siempre agujas y jeringas desechables nuevas;
* Asegurándose que toda sangre o producto de la sangre que usted necesite se haya sometido a pruebas para descartar que esté contaminada por el VIH, y que, además, siga las normas de seguridad hematológica;
* El riesgo de transmisión de madre a niño puede reducirse mediante el tratamiento con antirretrovirales, el parto por cesárea y evitando la lactancia materna.
Comportamiento sexual en personas con VIH/SIDA que reciben tratamiento
Este noviembre de 2009, se difundió la investigación realizada por el obstetra José Pablo Juárez Vílchez y el biólogo Edward Pozo Suclupe (funcionarios de la Sub Región de Salud “Luciano Castillo Colonna”) en dos hospitales públicos de Piura, durante el 2008, respecto al comportamiento sexual en pacientes con VIH/SIDA que reciben antirretrovirales se hallaron creencias y conductas dignas de preocupación.
Entre estos, tenemos que al notar mejoría de sus síntomas, por el tratamiento recibido, estas personas asumen que el virus se “adormece” y que a pesar de transmitirse en la relación sexual, no puede causar daño a la persona sana, salvo que el virus se “despierte”. Algunos han señalado incluso que luego de enterarse de ser positivos al VIH, incrementaron sus relaciones sexuales con la finalidad de “vengarse” por haber sido infectados. Se identificó que luego de mejorar notablemente su salud física, por la terapia antirretroviral, se recuperó también su actividad sexual. No se adoptan medidas de protección cuando se trata de una pareja ocasional pero si con la pareja estable. Se ha encontrado que algunos mantienen comportamientos sexuales de riesgo (prácticas sexuales anales, orales y vaginales desprotegidas) y que el uso del preservativo es esporádico y ocasional.
Se concluye que los comportamientos sexuales de riesgo de estos pacientes en tratamiento, facilitan la transmisión del virus en sus parejas e incrementan la cantidad de personas infectadas con VIH en nuestro medio. Esta evidencia demuestra que se debe realizar labor preventiva en las personas infectadas, además de incorporarlas en un programa educativo, para evitar conductas de riesgo y la transmisión de virus probablemente resistentes a los tratamientos actuales.
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