Nuevo modelo de atención de salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Constitución de 1946, define salud como el estado de completo bienestar físico, mental, espiritual, emocional y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. La salud implica que todas las necesidades fundamentales de las personas estén cubiertas: afectivas, sanitarias, nutricionales, sociales y culturales. Esta definición es utópica, pues se estima que sólo entre el 10 y el 25 % de la población mundial se encuentra completamente sana.
La explicación de porqué se enferma una persona, está dada por la combinación de condiciones, muchas de ellas evitables. Usualmente, el concepto de salud está referido a la salud individual, una condición resultante que ocurre en la cotidianidad de los individuos y en sus genes, pero finalmente la explicación del proceso de salud enfermedad requiere del análisis de las condiciones de los entornos, que estaría referida a la presencia de determinantes sociales
En nuestro país se ha venido aplicando un Modelo de Atención Integral de Salud (MAIS) desde el año 2003, que ha estado orientado a organizar y modificar la forma en que se brindan los servicios de salud. Dicho modelo puede considerarse desde el punto de vista técnico, bastante completo y con un desarrollo conceptual amplio, sin embargo, y a pesar de los esfuerzos, los resultados en el campo práctico no han reflejado lo que teóricamente se planteaba.
Cambio del Modelo de Atención de Salud
La política de salud ha cambiado y se está dirigiendo a tres ejes principales: Descentralización en Salud como parte de la política nacional de la Descentralización del Estado, el Aseguramiento Universal en Salud (AUS), y el Fortalecimiento del Primer Nivel de Atención, han obligado al Ministerio de Salud (MINSA) a revisar el MAIS para lograr un modelo que realmente contribuya a mejorar el nivel de salud de la población.
Un MAIS que ofrezca las intervenciones de promoción, prevención, recuperación y rehabilitación en salud, que articule todos los niveles de atención de salud, y que aborde las necesidades de salud de la persona, su entorno familiar, laboral y comunitario.
Es evidente que, pese al esfuerzo que se ha hecho en el primer nivel de atención, es muy poco lo que se avanzado para desarrollar efectivamente el MAIS; y eso es porque se han estado orientando los esfuerzos en organizar la forma de atención de salud, a organizar la oferta de los servicios; intentando desde ellas modificar la demanda. Pero es claro que ese camino es de muy lento y escasos resultados, agotador para el propio recurso humano, y de poco impacto en la salud de la población.
Los establecimientos de salud que procuraron implementar este modelo encontraron que la población sigue demandando, primordialmente, atención de sus enfermedades y dolencias. Además, a todo ello, ha contribuido el modelo de financiamiento vigente, que ha venido privilegiando las actividades recuperativas sobre las de promoción de la salud y prevención de enfermedades.
Determinantes de la Salud
Para modificar la demanda, hay que tener claro que la demanda en salud es expresión de las necesidades sanitarias de la población, es decir lo que la población entiende como sus prioridades. Dichas necesidades, junto a las necesidades no percibidas, configuran la Situación de Salud, y esta es influenciada dramáticamente por las Determinantes de la Salud. Evidentemente, la demanda en salud es condicionada y definida por las Determinantes de la Salud.
Es importante resaltar que la OMS a través de la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud (CDSS), ha centrado ´la atención en las “causas de las causas”, es decir, en la esencia de la jerarquía social del mundo y de cada país, y en las condiciones sociales que son producto de dicha jerarquía, que determinan la situación en la que las personas crecen, viven, trabajan y envejecen.` La Comisión consideró que los factores estructurales y las circunstancias de vida, constituyen los determinantes sociales de la salud, que son la causa de la mayor parte de las desigualdades sanitarias entre los países y dentro de cada país.
Las Determinantes de la Salud, a su vez, dependen de la realidad socio económica de la población, y del rol del Estado respecto a la salud en el país.
La realidad socio económica de la población, tiene directa relación con las determinantes vinculadas al medio ambiente; las condiciones de vida, el acceso a servicios públicos, la capacidad adquisitiva de la población, las oportunidades y condiciones laborales, la contaminación del ambiente, entre otras, son expresión de ello. Los estilos de vida son reflejo de la educación y cultura, y estos son directamente influidos por la accesibilidad a la educación y la incorporación de estilos de vida que modifiquen los patrones culturales que no contribuyen a la salud. Incluso las determinantes biológicas también son afectadas cuando se consideran los aspectos relativos a la nutrición, sistema inmunológico, capacidad de aprendizaje, etc.
El Rol del Estado respecto a la salud en el país, refleja la posición política del estado y del gobierno en sus tres niveles: Nacional, Regional y Local, para dar prioridad al objetivo de asegurar equidad social y de promover el desarrollo humano, la redistribución de recursos y riqueza, y de generar el desarrollo social. Ese rol del Estado influye directamente en las determinantes biológicas, los estilos de vida, el medio ambiente, y especialmente en la calidad del sistema de salud, especialmente en el subsistema público. Dentro de este rol está incluido el que le corresponde al Ministerio de Salud como ente rector del Sector Salud y Autoridad Sanitaria Nacional.
Desde este análisis, tanto la realidad socioeconómica de la población como el rol del Estado respecto a la salud en el país, influyen en las Determinantes de la Salud, y éstas definen la Situación de Salud, y por ende las Necesidades de Salud, que se expresan y configuran la Demanda en Salud.
Dentro de las Determinantes de la Salud está la calidad del sistema de atención de salud, y este a su vez configura la Oferta de Salud. En esa lógica el Modelo de Atención Integral en Salud, que busca relacionar la Oferta con la Demanda en Salud, podrá ser efectivo si se interviene no sólo en la Oferta, sino principalmente en la Demanda. Es necesario actuar en la Demanda, modificándola, educándola, para que busque, valore y prefiera la Atención Integral.
El nuevo Modelo de Atención Integral de Salud Basado en Familia y Comunidad (MAIS-BFC)
Desarrollar un modelo de intervención en salud basado en la persona, familia y comunidad y en los principios de atención primaria de salud (APS) dentro del marco de Aseguramiento Universal en Salud, que incluya acciones de Promoción de la Salud, Prevención de la enfermedad, Diagnóstico Precoz, Tratamiento Oportuno, Protección Específica, complementado con las demás atenciones en salud en los diferentes niveles de atención y complejidad, especialmente para los problemas sanitarios específicos priorizados, implica conocer, depurar y adaptar conceptos, medios, e interacciones complejas.
Estas interacciones van desde el trabajo con la persona y la familia en su localidad y con la participación de la comunidad, hasta la acción del gobierno local, regional y nacional, donde los servicios de salud se ubican para fortalecer la cohesión social y el capital humano, actuando de esta manera sobre los determinantes de la salud, para brindar como fin supremo bienestar con equidad y desarrollo sostenible.
Esto implica que en todos los Servicios de Salud del Primer Nivel de Atención el fortalecimiento debe estar centrado en la formulación e incorporación de un nuevo enfoque en la totalidad de estos establecimientos de Atención Primaria y cuyo propósito es acentuar la dimensión familiar y comunitaria en el quehacer de los equipos de salud de los establecimientos de salud. Este es el Modelo de Atención Integral de Salud basado en Familia y Comunidad. (MAIS-BFC), el cual se puede caracterizar como sigue:
1. Centrado en la Familia, porque ubica a la familia en el centro de la atención, como objeto de la misma y sujeto responsable de su propio cuidado.
2. Propone una relación horizontal y co-responsable entre el equipo de salud y las personas. Por un lado, las capacidades de ambos se suman al servicio del mejor cuidado de la salud y por otro, el equipo de salud recomienda o indica pero son las personas quienes se hacen cargo de las decisiones cotidianas que determinan la calidad del cuidado de su salud.
3. Incorpora la participación de la comunidad porque entiende que la responsabilidad sobre el cuidado de la salud no se limita a las personas que un equipo de salud tiene a su cargo, sino que se extiende a las comunidades a las que pertenecen.
4. Proporciona cuidados continuos de salud, a personas, familias y comunidad mediante la conformación de equipos básicos de salud, denominados Equipo Básico de Salud Familiar y Comunitaria aplicados en sectores territoriales y garantizados por la red de servicios de salud
5. Se orienta a la obtención de resultados en salud, efectivos para la población y resolutivos para la persona en la solución de sus problemas de salud.
Cumplir estas características implica serias transformaciones en la manera de pensar y ordenar los procesos de gestión y de atención en salud, tanto en el interior del MINSA como en las relaciones con otros sectores del Estado, en el marco de los tres ejes estructurales de reforma. Al mismo tiempo, requiere reordenamiento y articulación entre el MINSA y los otros subsectores del sistema de salud. Para lograr esta transformación, el sector salud deberá integrar y articular sus acciones al Plan de Desarrollo Regional y Local a través de programas o proyectos de intervención conjuntos que apunten el propósito prioritario: Renovación y Fortalecimiento de la atención integral en salud teniendo como base la persona, familia y la comunidad.
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