miércoles, 18 de noviembre de 2009

Influenza estacional e Influenza AH1N1 en el hogar

La evidente extensión del virus de la Influenza AH1N1 en las diversas regiones del país, ha cambiado el escenario sanitario. Esto hace necesario, de manera urgente, que se intensifique la vigilancia de la influenza estacional y otros virus respiratorios haciendo énfasis en la influenza pandémica, de allí que las acciones que se deben tomar en el sector salud, autoridades y en la misma población deben estar orientadas ya no a evitar la contención del virus, debido a que se encuentra presente en casi todo el país, sino en mitigar sus consecuencias fatales, sobre todo en los grupos de riesgo.

Nuevo escenario de la Influenza AH1N1
Las autoridades de salud intentaron inicialmente retardar el ingreso del virus de la Influenza A H1N1. A pesar de todas las medidas tomadas, el virus no solo entró al país sino que se extendió por casi todo el territorio patrio, especialmente en Lima. Es decir, no fue posible la contención de la enfermedad, y nos encontramos ahora en una etapa de transmisión sostenida del virus dentro de la comunidad. Esto quiere decir que una persona con síntomas de influenza podría estar afectado por la Influenza Estacional o por la temida Influenza AH1N1.
Las autoridades de salud están buscando actualmente mitigar las secuelas mortales de la Nueva Influenza y disminuir su velocidad de contagio. De allí es que se vienen tomando medidas como el adelanto de la vacaciones escolares (medida que sería efectiva si es que los estudiantes se quedan en sus hogares y evitan viajar a lugares con amplia expansión del virus), alerta roja por 60 días en la región y la prohibición de eventos que impliquen la aglomeración de personas.
Ya no se tomarán más muestras para descartar esta enfermedad en las zonas donde ya se conoce que existe la transmisión sostenida, sino solamente en aquellas localidades en las que esta recién esté ingresando el virus, así como para las infecciones respiratorias agudas graves (IRAG). Es decir, que las cifras que se difunden a diario sobre la Influenza AH1N1, ya no reflejan la magnitud total del problema, sino cómo se va extendiendo. Una conducta semejante se viene llevando a cabo con los tratamientos antivirales, los cuales se reservan para los casos de mayor consideración y los grupos de riesgo.
Una IRAG se produce cuando un paciente de cualquier edad, tiene aparición súbita de fiebre superior a 38 ºC, y que además presenta tos o dolor de garganta, dificultad para respirar y que, por el compromiso de su estado general, debería ser hospitalizado.
En la influenza estacional un 33% de pacientes no presentan ningún síntoma, y un 37% tienen síntomas escasos. Es decir, el 70% tiene pocas o ninguna evidencia clínica que haga sospechar de la enfermedad. Solo el 30% de casos tiene fiebre mayor de 38 ºC, y tos o secreción nasal o dolor de garganta. En menos del 1% se evidencia una IRAG. La Influenza AH1N1 tiene un comportamiento similar.
Esto significa que ante la sospecha de influenza, sea la estacional o la AH1N1, hay que actuar con todas la medidas de control necesarias para disminuir su propagación y evitar consecuencias de lamentar. Por ello, las medidas que señalamos a continuación deben cumplirse en los hogares para contribuir a disminuir la pandemia que todos enfrentamos.

¿Qué hacer si hay un enfermo de influenza?
Acudir a su proveedor de salud para evaluar la probabilidad de influenza y consultar si el enfermo, la persona que lo cuida o las personas que viven con la persona enferma, particularmente las que tienen enfermedades crónicas, deben tomar medicamentos antivirales para evitar contraerla.

Uso de respiradores o mascarillas
Un respirador N95 que se ajuste bien envolviendo la cara permite evitar que se filtren las partículas pequeñas que se suelen inhalar a través de los bordes de una mascarilla, pero a diferencia de las mascarillas la respiración con el N95 se hace más difícil durante periodos largos.
Los respiradores son desechables pero pueden utilizarse en varias ocasiones si se guardan en forma correcta y hasta un máximo de 3 días consecutivos o 7 días cuando hay uso alterno (días no consecutivos).
Para su uso es recomendable tener en cuenta las siguientes indicaciones:
* Se debe evitar en lo posible el contacto cercano (menos de 1,8 metros) con la persona enferma.
* Si debe estar en contacto con la persona enferma, procure que este contacto dure el menor tiempo posible y utilice un respirador N95 o una mascarilla.
* Usar un respirador N95 cuando la persona enferma que usted cuida necesite de tratamientos respiratorios con un nebulizador o inhalador, siguiendo las indicaciones médicas. Los tratamientos respiratorios se deben administrar en una habitación aparte de las áreas comunes de la casa, siempre que sea posible.
* Los respiradores N95 o las mascarillas usadas deben quitarse de la cara y botarse inmediatamente den la basura para que nadie los toque.
* Evitar reutilizar respiradores N95 o mascarillas. Para reutilizar una mascarilla de tela no desechable, primero debe lavarla con detergente normal para ropa y secarla con al secadora caliente.
* Después de quitarse el respirador N95 o la mascarilla, lávese las manos con agua y jabón o con desinfectante a base de alcohol. Cuando se retira se debe envolver en una toalla desechable, guardarlo en una bolsa de papel, impidiendo que se aplaste y deforme. No use bolsa plástica ya que retiene la humedad. Se debe almacenar en un lugar limpio y seco.

Recomendaciones para el cuidado de un persona enferma en el hogar
* Mantener a la persona enferma alejada de los otros lo más posible.
* La persona enferma debe usar de preferencia un respirador N95. Si no es posible, debe cubrirse la boca cuando tosa y lavarse a menudo las manos con agua y jabón o con una loción para manos a base de alcohol, especialmente después de toser o estornudar.
* Todos los miembros del hogar deben lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón o frotándose con una loción para manos a base de alcohol.

Dónde debe permanecer la persona enferma en la casa
* Mantener a la persona enferma en una habitación separada de las áreas comunes de la casa (una habitación aparte que tenga su propio baño, si es posible). Mantener cerrada la habitación del enfermo.
* A menos que tenga que acudir al médico, una persona con influenza no debe salir de la casa cuando tenga fiebre o durante la etapa en la que suele ser más contagiosa. En los adultos 7 días después de que aparecen los síntomas y los niños pueden contagiar el virus hasta por 10 días.
* Si la persona con influenza necesita salir de casa (por ejemplo, para ir al médico) debe usar un respirador N95 o cubrirse al menos la boca y la nariz cuando tosa o estornude.
* La persona enferma debe usar un respirador N95 o una mascarilla quirúrgica si tiene que estar en áreas comunes de la casa o cerca de otras personas.
* De ser posible, la persona enferma debe usar un baño aparte. Este baño se debe limpiar todos los días con un desinfectante casero.

Protección de otras personas en el hogar
* Un persona enferma con influenza no debe recibir vistas, a menos que sea la persona que cuida de ella. Una llamada telefónica no conlleva riesgos, a diferencia de una visita.
* Procurar que un solo adulto de la casa sea el que cuide de la persona enferma.
* Evitar que la mujer embarazada sea la que cuide del enfermo. Las mujeres embarazadas enfrentan un riesgo más elevado de complicaciones por la influenza y debido a su estado pueden tener su sistema inmunológico debilitado.
* Todas las personas de la casa deben lavarse con frecuencia las manos con agua y jabón o con una loción para manos a base de alcohol, y también después de cada contacto con una persona enferma o con su habitación o su baño.
* Usar toallas de papel para secarse las manos o asignar una toalla de tela para cada miembro de la familia. Puede ser útil que cada persona tenga una toalla de color distinto.
* Tener una buena ventilación en las áreas comunes de la casa. Es recomendable mantener abiertas las ventanas de los baños y la cocina, etc.

Si usted tiene que cuidar a una persona enferma
* Evitar colocarse directamente enfrente de la persona enferma (cara a cara).
* Cuando cargue a un niño pequeño enfermo, haga que la barbilla del niño quede mirando hacia su hombro para evitar que le tosa directamente en la cara.
* Lavarse las manos con agua y jabón o con una loción para manos a base de alcohol después de tocar a una persona enferma o de manipular sus pañuelos usados o su ropa.
* La persona que cuida de un enfermo de influenza puede contagiarse y a su vez propagar la enfermedad a los demás antes de que le aparezcan los síntomas. Por eso es importante que una persona que cuida de un enfermo utilice un respirador N95 o una mascarilla cuando salga de su casa para evitar transmitir la influenza en caso de este recién infectada.
* Mantenerse atento a los síntomas de influenza que pueda presentar usted o los miembros de su familia y, en caso de que se produzcan, comunicarse con la línea de atención, o su proveedor de atención médica.

Limpieza de la casa, lavado de ropa y manejo de la basura
* Botar a la basura los pañuelos y todos los artículos desechables que haya utilizado la persona enferma. Lávese las manos después de tocar los pañuelos desechables usados o productos de desecho similares.
* Mantener limpias las superficies (especialmente mesas de noche, superficies de los baños y juguetes de los niños) pasándoles un trapo con un desinfectante casero de acuerdo a las instrucciones de la etiqueta del producto.
* La ropa de cama, los utensilios y los platos para comer que ha utilizado una persona enferma no necesitan lavarse por separado, pero es importante que nadie más use estos artículos si no se lavan primero.
* Lavar la ropa de cama y otras prendas (toallas) con detergente para lavar la ropa y dejarla secar o colocar en la secadora. Cuando lleve la ropa a lavar, evite ponerla encima de su cuerpo para no contaminarse. Después de tocar la ropa sucia para lavar, lávese las manos con agua y jabón o con un desinfectante para manos con alcohol.Los utensilios para comer deben lavarse con agua jabón.

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